La noche llegó muy rápido, siempre lo hacía, y la ciudad de repente se silenció por completo. Quizás se escuchaban de vez en cuando unos ladridos de perro, unos carros pasando a toda velocidad, un timbre del celular que algún vecino no apagó, pero fuera de eso era todo silencio. La calle, mojada por la tormenta que acababa de terminar, parecía abandonada. Era de esperarse, después de todo nadie suele salir a pasear a la media noche. No solo era peligroso, pero la mayoría de gente prefería dormir a esas horas, y si seguían despiertos seguro querían divertirse en sus casas o en algún club. Pero no afuera. Nunca afuera. Eso era extraño, para nada usual. Y aún así, una figura misteriosa aparecía por las calles de Bogotá todas las noches, sin falta, a las tres de la mañana. Esa figura parecía humana, pero era muy alta para ser humana. Caminaba como un joven ebrio saliendo de una fiesta, pero su caminata era demasiado extraña e inestable para serlo. Y no parecía estar cubierto con ninguna clase de ropa o tela, pero por la oscuridad era difícil confirmar que fuera una persona, humana, desnuda. Solo se veía una silueta, como una sombra tridimensional borrosa. Era misteriosa sin duda, pero lo más aterrador de todo es que muchas personas, en lugares muy distintos de la ciudad, estaban seguros de haberla visto a la misma hora dando vueltas afuera de sus casas. Y no podía ser mentira, no era una alucinación por haber escuchado de ella, ya que la gran mayoría jamás había sabido de esta figura hasta el momento en que la vieron por primera vez. Era tan aterradora, que casi nadie mencionaba el suceso por miedo a que este ente se enterara y les hiciera algún daño. Muchas personas incluso eran despertadas por pesadillas (siempre las mismas) exactamente a las tres de la mañana, y su instinto les decía que tenían que acercarse a la ventana y observar la calle. Y ahí estaba. Siempre estaba. Esa figura misteriosa. Pero supongo que a ti no te importa eso, ¿no? Apuesto a que ni siquiera has visto a esa tal “figura” que tanta gente ha visto. Quizás no me crees. Ni siquiera sé quienes son todas esas personas que a lo mejor solamente están alucinando, yo no los conozco, ya ni recuerdo cómo sé todo esto.
Perdón, olvidé de qué hablábamos, por favor recuérdame. Por favor. Oye, te estoy hablando, dime algo. Jueputa, en serio se me olvidó. Dame un momento, sé que tenía unas notas por ahí acerca de esto, recuerdo al menos que intentaba escribir un cuento de terror desde hace unas semanas, pero es todo lo que recuerdo sobre mí ahora mismo. Tengo mucho miedo ahora mismo, no entiendo, ¿¿cómo pude olvidar quién soy?? Bueno, supongo que lo que importa ahora es que estás aquí acompañándome, de cierta forma. Admito que estoy algo asustado, osea, todo ese cuento es solo eso, un cuento, no es real ni basado en experiencias personales traumáticas, todo me lo inventé yo un día mientras me bañaba. Supongo que tú también entiendes lo de tener las mejores ideas en la ducha, es como universal eso. Pero bueno, a lo que iba, estoy asustado. No sé bien el porqué, quizás eso de olvidar de repente quién soy y dónde estoy y de dónde vengo me está volviendo algo paranoico. Lo único que sé ahora mismo es lo que te estoy escribiendo y creo que lo estoy tomando como verdad…
Ya regresé, perdón, estaba releyendo todo esto a ver si recuerdo otra cosa y solo me asusté más. Siento que esa “figura” que me inventé me está persiguiendo. Siento como una necesidad de pararme y mirar por la ventana a ver si hay algo ahí. No, no, eso es ridículo, ¿qué va a haber ahí? Si acaso un gato o algo, pero ¿un humano o figura humanoide o lo que sea que sea esa figura extraña?…no creo, sería muy loco eso. Aunque pensándolo bien, falta poco para las 3 a.m. Mmmmm estoy pensando. Ayúdame por fa, es en serio, ¿qué está pasando? Si lo único que recuerdo es lo estoy escribiendo será que…no, no es posible. Esto no es real. Esto no está pasando. Es todo un sueño, jaja. Seguro es todo un sueño. O una pesadilla. Definitivamente es una pesadilla. Pronto despertaré de esta pesadilla. Y cuando despierte, serán las tres de la mañana, y mi instinto me dirá que tengo que ver por la ventana, y veré una figura misteriosa, humanoide pero muy alta para ser humana, con una manera de caminar muy exagerada y poco estable. Una sombra parada, que camina sola. Y de repente se volteará, y cuando la mire a los ojos olvidaré todo lo que fui, y entraré en un círculo vicioso perpetuo.