El meme ha sido mi obsesión desde que navegué las primeras veces en internet, siendo un niño. Creía que las imágenes y el texto, o el mero texto, o la elongación de lñas ideas absurdas en la eternidad podría banalizar tanto al mundo que lo haría extremadamente crítico de sí mismo.
Compartía memes a escondidas, que pena. Las niñas que me gustaban en el colegio decían que eso era de bobos y fracasados, yo sé que lo soy pero en Internet hay otros tantos aún más bobos y fracasados que yo que se teje una comunidad de ciudadanos digitales capaces de votar por Trump o Bolsonaro, obsesionados con China, aceleracionistas, suicidas, crueles y prácticos.
Cuando entré en la deep web todo me parecía construído para el mundo marginal de los creadores en línea. Todo era posible pero desde la pantalla. Los videos de las decapitaciones de estado islámico se reproducían en loop. Gente blanca en Holanda o Dinamarca planeaba atentados contra bancos, lugares de refugiados o escuelas. La muerte se hacía en algoritmos, fácil, desinteresada.
Alrededor de 2017 ví uno de muchos memes que causaron hecatombes, a veces la destrucción la genera un buen meme pero esta vez fue uno pésimo. El que hizo el meme puso “COSAS QUE ME QUIERO COMER” y una plantilla básica de cuatro elementos como cuerpo visual del meme. Imágen 1: Una pizza. Imágen 2: Un tarro de Nutella. Imágen 3: Papas fritas. Imágen 4: Carolina Sanín en su foto de profesora en el departamento de literatura, sonreía y ya, llevaba unas gafas y una blusa azúl oscura. El meme estaba muy malo y sencillo, seguí scrolleando.
Todos sabemos el apocalipsis que se formó. Carolina dijo que el meme era misógino, insensible, cosificador y banal. Eso era totalmente cierto. Además de ser un contenido pésimo, tonto, muy fácil. En ese momento sí empezó la verdadera crueldad salvaje en Facebook. Un miembro del grupo que se llamaba “Bienestarina con Napalm” (perfil más falso imposible) puso la foto de la guerra, del incendio, del suicidio. “CUANDO EL HETEROPATRIARCADO TE PONE EN TU LUGAR” escribió el internauta enmascarado y, abajo, la infame foto de Sanín con un ojo morado dibujado en photoshop.
Ahí empezó el gran problema. Nunca ví clase con Sanín, pero me gustó “Somos luces abismales”, no me gustó “Ponqué y otros cuentos” y sí me gustó “Tu cruz en el cielo desierto”. Ahí empezó un espiral de debates y opiniones que autodestruyeron ambas cosas. A Sanín la echaron y los bobos de esos memes tan flojos tienen procesos disciplinarios, los echaron o ya se graduaron sin pena ni gloria como lo que se decía en el colegio de “graduarse por ventanilla”.
Creo yo que la gran metáfora de nuestro tiempo es el meme. Es el gran medio de expresión. Es el futuro y el suicidio de la libre expresión. Mis metáforas serán de memes. Analizaré el contenido audiovisual que imagine mientras escriba este texto como justificando el medio. Como desenredando el mundo de lo que hay más allá de fotos de piolín.
Una fiesta de guaracha y cinco hombres desnudos se abrazan. Las torresde sus brazos en el sudor alzan sobre ellos a Luna Gil que se ríe y pone la foto en su perfil de Instagram, vuelan sobre los elementos las letras exageradas de paint con una inscripción de lo rico y lo suave, muy fácil decir “Que chimba, mor” o “Eso sí jamáaaas” pero la velocidad de las letras abstrae las imágenes en descomposición, pixel tras pixel. Una tela detrás de la fiesta de guaracha es la ordenación numérica de la imágen y su espacio de cajón en un servidor gigante que ha de ser como un rascacielos informático de lo posterior al ser humano. Los unos y ceros suben y bajan de su lenguaje, deshacen la imágen y la implosión viene desde abajo de la pantalla cuando se dibuja un corazón blanco sobre la imágen. Le dí like. Me pregunto si Sanín tendrá Instagram o si ella odia los memes. Lo más chistoso es que ella es un meme.
Abro su twitter y una vez más se está peleando con la gente porque le dicen que es una engreída. La critican, ella responde “Ahora dilo sin llorar” o “Ahora dilo después de sacártela” cuando @adry174509 le dice “para nada egocéntrica”. Alguien comparte un meme, jugada arriesgada, que dice “EVIL CAROLINA SANIN BE LIKE/ AL FINAL TÚ TENÍAS RAZÓN. ME DISCULPO”.
La imágen es ella, con sus gafas y la blusa azúl en la oficina del departamento de literatura, nadie le pone un morado ni nada por el estilo. Likes, retweets, compartidos. La cuenta del meme fue bloqueada por Sanín al día siguiente.
La incongruencia de una imágen posibilita su valor estético en internet. El lenguaje audiovisual debe ser discontinuo y contradictorio, caótico y no sencillo. En varios blogs comparten teoría aceleracionista, Deleuze, post capitalismo y post humanismo. El meme es el mejor rizoma del mundo, del único mundo libre que queda y es el digital. Quiero hacer metáforas aceleracionistas, quiero generar esa disrupción en la tela de lo que las redes sociales permiten. Crear, compartir, pervertir el medio, autodestruirlo.
1.
Los toldos sujetan la lluvia que cayó anoche y la música de los parlantes revientan en los oídos de los que pasan. BIEEENVENIDOS A NUESTROS CLIENTES AL BARRIO 12 DE AGOSTO QUE TRAEMOS PROMOCIONES Y DESCUENTOS PARA TOOOODA LA FAMILIAAAAA. VEA, LA LIBRA DE ARROZ MÁS BARATICA, LA ARVEJA Y EL LIMÓN, VEEEEENGAAAA. Johanna se mete el celular en el brassier, sobre la teta izquierda y le dice a un perro que no sea hijueputa y no le vaya a mordisquear las cajas con los chorizos crudos. El perro es un animal asesino que puede matar a Johanna, así Johanna lo ame, le dice que chite y lo patea. Llega Edwin y lo corretea para que el perro se lance sobre la calle 72, se esconde detrás de un poste de iluminación y llega al CAI al otro lado del andén donde tiene agua asegurada por el comandante de la policía.
2.
Dos gomelos están borrachos y es la madrugada del primero de noviembre. Las fiestas de Halloween estuvieron pesadas pero buenas, ellos tiene la teoría de que todas las peladas que se disfrazan de ángeles o diablas están en plan de levante y esta noche les funcionó con el 77% de las diablas o ángeles a las que les cayeron, se sienten orgullosos y felices. Una botella de Néctar con el sello de una discoteca está en el andén, frente al parque en la esquina de la 85. Uno de ellos da un trago, el otro le dice que es un cochino y se ríe, el que tomó la botella se da cuenta que no hay nada, está frustrado y molesto porque su amigo se ríe de él, quiere mostrar que es superior a su amigo y más decidido. Arroja la botella de aguardiente contra una pantalla LED. Se genera un cortocircuito, la pantalla se daña y los colores desconfigurados hipnotizan al par de amigos. Atrás de ellos pasan dos amigas vestidas de diablas, llevan los cuernos y el tridente en la mano, el labial lo tienen esparcido por toda la cara, los reconocen y se cambian de andén. Que pena. Eso nunca pasó. Yo creo que él era el que le caía a Laura. Nooo. Yo creo que sí. Hay nooo, horrible, tengo hambre.
Fin, el meme fue la narración, la incongruencia, la navegación insuperable.
Muchas gracias y buenos días.