Antes de empezar… usted va encontrar la historia de un restaurante donde se encuentra una joven con otro joven, se sientan a comer. Él saluda al mesero que se llama Andrés, ella se sorprende porque no sabía su nombre. Después piden una carta para elegir su desayuno.
Narración subjetiva
Cuando el sol abriga en las mañanas es preferible acompañarlo con comida y una buena taza de café. A veces me gusta cocinar en mi pequeña cocina pero nunca he podido darle ese toque que entregan los profesional de un restaurant, por lo tanto prefiero caminar un par de cuadras entre la corriente fresca hasta llegar a esa mesa redonda de madera, a esperar quien me pregunte ¿qué desea?, no sin antes desearme un buen día. Es curioso, mis deseos son varios, se encuentran en tantos ámbitos de la vida que al desconocido poco le importan, solo pregunta por cortesía para yo ordene mi comida. ¿Deseará esa persona que yo sea feliz? Yo espero que lo sea. Mientras, reviso con calma cada opción del menú, asegurándome de escoger una opción nueva, para pedir algo sencillo me quedaría en mi casa. Me he decido por el cotilleo florido pues contiene ingredientes que no sé cocinar.
Levanto la mano y se acerca una chica con una libreta, ¿me da el cotilleo florido?, de tomar ¿algo?, sí, un té de compañía, gracias, con gusto. Se aleja con una sonrisa. Yo espero solo mirando qué podría distraerme en la mesa. Encuentro el tentador celular que no presenta notificación alguna sobre algún conocido que me extrañe. Tal vez seguirán dormidos. Sin duda, son las diez de la mañana y nadie madruga un domingo.
Siento que entran y salen nuevos comensales pero no me fijo en sus cuerpos, en su individualidad que les da un espacio en la tierra sobrepoblada. Hasta que escucho esa voz masculina que exclama con entusiasmo, como quién encuentra un amigo, hola Andrés. Levanto la mirada de la pantalla y veo que se refiere al mesero. Me pregunto si ya se conocían o solo leyó la etiqueta en su camisa. Al retirarse Andrés, la mujer que acompañaba al cliente eufórico pregunta cómo conoce el nombre del mesero (posiblemente buscando resolver las mismas dudas que tuve) a lo que él responde, con la serenidad o paciencia que se le tiene a un niño ante sus preguntas absurdas, porque así se llama. La respuesta es de un tinte tan sencillo que la mujer reacciona con una satisfactoria admiración, procesa un segundo el nombre para guardarlo en su cabeza pues en cuestión de segundos vuelve Andrés y ella estaba lista para saludarlo con el respectivo nombre que el joven recibió en su nacimiento. ¿Desearía ser dirigido de aquella forma?
The Slap
En el M–hoopi un chico pidió una carta al mesero. LE DIJO ANDRÉS ??? No sabía qué se llamaba así. FREAKING THE FREAK OUT.
Estado: 🥴 hambrienta
Guión
Interior. Día. Plano general de restaurante con todas las mesas ocupadas por clientes. Travel in hacia una pareja que recién entra en escena para sentarse en la única mesa vacía. Mujer caucásica de pelo rubio. Hombre caucásico de pelo negro. Apenas se sientan un hombre, caucásico pelo café, con traje de mesero, pasa al frente de la mesa. Se teniente un momento.
Hombre – (entusiasmado) Hola, Andrés
Andrés – (distraído con la clientela) Hola, ya les traigo la carta
Andrés sale de escena.
Mujer – (sorprendida) ¿por qué le llamas Andrés?
Hombre – porque ese es su nombre
Entra Andrés.
Mujer – Hola, Andrés
Audio de WhatsApp
Es que estaba con mi mamá y mi hermana ahí como, almorzando… no ¿qué?, desayunando. Y… yo como no sé, yo no me di cuenta, pero llegaron una vieja y un man y se sentaron en una mesa ¿no? Y la vieja, bueno no, ¡ah el man!, dice eh… no, no, no dijo nada, ¡ah!, llegó el mesero y entonces el man le dice: ah hola Andrés y, y entonces Andrés le dice –ríe– como: ah, em, ya vuelvo con las cartas, y se va ¿no? Y la vieja como que tenía un acento extranjero y le dice: ¿por qué le llamas Andrés? Y el man le dice: porque así se llama, y la vieja: ¡ah! Y entonces se va –ríe– ah, no, ella no se va –ríe– ¡la peor contando historias! Y entonces… em llega el mesero y ella le dice: ¡ah, hola Andrés! –ríe– ¿Se entendió?
Noticia
En otras noticias les documentamos, queridos televidentes, que esta mañana se ha reportado un incidente en el restaurante M. Se trata de un hombre, colombiano, aproximadamente 27 años, que se encontraba con una mujer alemana, aproximadamente 33 años, en el establecimiento de restaurante M, cuando un mesero joven se acerca a ofrecerles el menú descubrimos, antes de que este pueda dirigirse a los comensales, que se llama Andrés. Así es señores y señoras, los hechos confirman que al mesero se le reconoce con el nombre de Andrés, como el presunto asesino y violador de niños que buscan las autoridades. Estén pendientes para más avances en la investigación. Vuelvo contigo José.
Emojis
Ricardo Landines