Este es el tercer flujo de consciencia que hago escrito porque en la mente ya he hecho varios desde que supe que existían. Los últimos cuatro (que podría ser uno solo largo, largo) fue en la moto de mi novio mientras veníamos a la casa a darle los medicamentos a Pimienta. Pimienta necesita de alguien que le de cuatro medicamentos dos veces al día y me siento feliz de ser ese
alguien porque es muy amorosa y pequeña. En otra época hubiera escrito “pequeñita” pero ahora odio los diminutivos porque cuando me dicen “Laurita” siento que me infantilizan y como a los niños, me quitan el razocinio y lo reemplazan por estupidez, tal vez no estupidez pero fue la primera palabra que se me ocurrió. Me gustaron los flujos de consciencia que tuve en la moto aunque al quinto semáforo ya me estaba desesperando no parar de pensar, pero habían cosas chéveres que me hicieron pensar “ojala tuviera una hoja para poder entregar esto de tarea” pero como no tenía una hoja entonces las repasé varias veces y hasta pensé cómo las iba a escribir ahora. Creo que todo empezó por pensar en… jm jm jm en algo que me parecía
chistoso y que ya no recuerdo qué era, y entonces luego recordé que una vez mi tía me preguntó que porqué decía “chistoso” (porque ese mismo día me había escuchado describir tres cosas como chistosas) y yo no supe qué resonderle porque… mi novio me acaba de interrumpir hablándome de unas carreras de motos con cilindraje alto y yo le dije “espera amor que estoy en un flujo de consciencia” y él me dijo “puedes poner esto” y bueno, tenía que escribirlo porque o si no, no iba a dejar de pensar en eso porque me conozco mosco. El punto es que no supe qué responderle a mi tía porque no sé si es que las cosas me causan gracia o me gusta la letra che, que no sé si es una letra o debería decir la letra ce con la hache. En realidad creo que
sí me gusta chchchchch, luego en mi flujo de consciencia sobre ruedas pensé en Cheyene una nena con la que (perdón si estoy infantilizando) vi una clase en la virtualidad y que en la tarde
descubrí que en talleres pasados hizo un flujo de consciencia y lo encontré en el blog. Y entonces Cheyene hablaba de cómo Carla Giraldo la de Master Chef le parecía insoportable y yo me acordé de que en esa época también yo veía Master Chef y Carla Giraldo
también me parecía insoportable y luego pensé en que me da cosa que yo le parezca insoportable a alguien aparte de a mi misma cuando siento que estoy hablando mucho, no sé por qué, pero me parece insoportable escucharme el eco de la voz en la cabeza y no dejar de escucharlo y blablablabla y entonces digo “y ya” para que las personas sigan hablando y yo me quedo pensando en ese eco blablabla y luego de un rato se me olvida como se me olvidan
muchas cosas en la vida. Por ejemplo, cuando una persona me dice algo y yo tengo media mente consciente se me olvida qué me dice y entonces le vuelvo a preguntar y me ha pasado que en ese momento justo dejo de escuchar y vuelvo a preguntar y entonces parezco una
estúpida. Tal vez por eso me dicen Laurita. Bueno, y otra cosa que pensé en la moto respecto a decir que algo es “chistoso” es que tal vez lo digo porque algo chistoso es algo feliz y en general creo que estamos enseñados a que lo feliz es bueno, menos en un funeral porque si en un funeral no estás profundamente triste puedes pasar por insensible o por asesino, así sea que estés en shock porque se murió tu mamá y tu mente te hace creer como que está de
vacaciones, pero ya han pasado cuatro años y todavía no vuelve, que mal.
alguien porque es muy amorosa y pequeña. En otra época hubiera escrito “pequeñita” pero ahora odio los diminutivos porque cuando me dicen “Laurita” siento que me infantilizan y como a los niños, me quitan el razocinio y lo reemplazan por estupidez, tal vez no estupidez pero fue la primera palabra que se me ocurrió. Me gustaron los flujos de consciencia que tuve en la moto aunque al quinto semáforo ya me estaba desesperando no parar de pensar, pero habían cosas chéveres que me hicieron pensar “ojala tuviera una hoja para poder entregar esto de tarea” pero como no tenía una hoja entonces las repasé varias veces y hasta pensé cómo las iba a escribir ahora. Creo que todo empezó por pensar en… jm jm jm en algo que me parecía
chistoso y que ya no recuerdo qué era, y entonces luego recordé que una vez mi tía me preguntó que porqué decía “chistoso” (porque ese mismo día me había escuchado describir tres cosas como chistosas) y yo no supe qué resonderle porque… mi novio me acaba de interrumpir hablándome de unas carreras de motos con cilindraje alto y yo le dije “espera amor que estoy en un flujo de consciencia” y él me dijo “puedes poner esto” y bueno, tenía que escribirlo porque o si no, no iba a dejar de pensar en eso porque me conozco mosco. El punto es que no supe qué responderle a mi tía porque no sé si es que las cosas me causan gracia o me gusta la letra che, que no sé si es una letra o debería decir la letra ce con la hache. En realidad creo que
sí me gusta chchchchch, luego en mi flujo de consciencia sobre ruedas pensé en Cheyene una nena con la que (perdón si estoy infantilizando) vi una clase en la virtualidad y que en la tarde
descubrí que en talleres pasados hizo un flujo de consciencia y lo encontré en el blog. Y entonces Cheyene hablaba de cómo Carla Giraldo la de Master Chef le parecía insoportable y yo me acordé de que en esa época también yo veía Master Chef y Carla Giraldo
también me parecía insoportable y luego pensé en que me da cosa que yo le parezca insoportable a alguien aparte de a mi misma cuando siento que estoy hablando mucho, no sé por qué, pero me parece insoportable escucharme el eco de la voz en la cabeza y no dejar de escucharlo y blablablabla y entonces digo “y ya” para que las personas sigan hablando y yo me quedo pensando en ese eco blablabla y luego de un rato se me olvida como se me olvidan
muchas cosas en la vida. Por ejemplo, cuando una persona me dice algo y yo tengo media mente consciente se me olvida qué me dice y entonces le vuelvo a preguntar y me ha pasado que en ese momento justo dejo de escuchar y vuelvo a preguntar y entonces parezco una
estúpida. Tal vez por eso me dicen Laurita. Bueno, y otra cosa que pensé en la moto respecto a decir que algo es “chistoso” es que tal vez lo digo porque algo chistoso es algo feliz y en general creo que estamos enseñados a que lo feliz es bueno, menos en un funeral porque si en un funeral no estás profundamente triste puedes pasar por insensible o por asesino, así sea que estés en shock porque se murió tu mamá y tu mente te hace creer como que está de
vacaciones, pero ya han pasado cuatro años y todavía no vuelve, que mal.
Había puesto un “punto final” pero pensé “ay, quiero seguir así pierda mi final dramático jiji”. Bueno, otra cosa que pensé en la moto es que me parece chistoso que me fastidie sentir que hablo mucho porque estoy estudiando para ser profesora y creo que algunos profesores tienen el poder de hablar por horas y horas y horas, pero creo que tal vez esos profesores son personas infelices que viven solos y no les gusta estar solos y entonces aprovechan que dan clase y hablan todo lo que puedan para compensar que el resto del día están en silencio. Que triste. Creo que a mi me gusta el silencio, menos la vez que pensé que estaba embarazada y odié esos tres días que se demoró la prueba de sangre en decirme que no lo estaba porque en
la noche no tenía con qué distraerme así viera televisión, porque veía televisión pero no paraba de pensar en que podía estar embarazada. Fue denso, porque lloraba y temblaba en las madrugadas mientras intentaba dormir. Casi escribo morir, pero no esperaba morir. Bueno, en la moto también pensé que cada día que pasa es un día menos antes de morir, y que denso, porque es muy real. Hoy pasé por la 26 y al lado del cementerio central vi esos lugares donde venden las cosas de piedra que se ponen en las tumbas con el nombre de la persona y las fechas y esas cosas y me pareció chistoso ir a escoger una para mi, pero luego abandoné la idea porque sería raro llegar a almorzar con mi tía y decirle “escogí esta lápida (creo que se llama lápida, ya me acordé) para cuando me muera” muy raro, muy raro. Hay días en los que sí tengo ganas de morirme pero creo que solamente es pereza porque no es como que me quiera morir morir, sino como que me quiero quedar acostada mucho tiempo y luego levantarme y
estar graduada y ser profesora. A veces estoy por ahí y empiezo a pensar en alguna clase que tal vez alguna vez llegue a hacer, si es que me acuerdo, una que sí recuerdo y que se me ocurrió hace como un año es sacar a mis estudiantes un día al patio y vendarles los ojos para luego pedirles que escuchen con mucha atención lo que suena y luego traten de dibujar los sonidos que escucharon intentando no caer en lo evidente, como dibujar un perro por haber escuchado a un perro ladrar. Lo que me gustaría ver es cómo se imaginan los sonidos como ondas que suben, bajan y tienen picos, como mi salud mental. Ahora que lo pienso creo que puede ser chévere hablar con quien les esté dando física en ese momento y hacer una clase conjunta sobre las ondas de sonido y los decibeles y todo eso, pero luego de que hayan dibujado las ondas para no predisponerlos. Gran idea. A veces tengo buenas ideas y a veces no tanto, creo que en especial cuando estoy sola… esperen, me están llamando.
la noche no tenía con qué distraerme así viera televisión, porque veía televisión pero no paraba de pensar en que podía estar embarazada. Fue denso, porque lloraba y temblaba en las madrugadas mientras intentaba dormir. Casi escribo morir, pero no esperaba morir. Bueno, en la moto también pensé que cada día que pasa es un día menos antes de morir, y que denso, porque es muy real. Hoy pasé por la 26 y al lado del cementerio central vi esos lugares donde venden las cosas de piedra que se ponen en las tumbas con el nombre de la persona y las fechas y esas cosas y me pareció chistoso ir a escoger una para mi, pero luego abandoné la idea porque sería raro llegar a almorzar con mi tía y decirle “escogí esta lápida (creo que se llama lápida, ya me acordé) para cuando me muera” muy raro, muy raro. Hay días en los que sí tengo ganas de morirme pero creo que solamente es pereza porque no es como que me quiera morir morir, sino como que me quiero quedar acostada mucho tiempo y luego levantarme y
estar graduada y ser profesora. A veces estoy por ahí y empiezo a pensar en alguna clase que tal vez alguna vez llegue a hacer, si es que me acuerdo, una que sí recuerdo y que se me ocurrió hace como un año es sacar a mis estudiantes un día al patio y vendarles los ojos para luego pedirles que escuchen con mucha atención lo que suena y luego traten de dibujar los sonidos que escucharon intentando no caer en lo evidente, como dibujar un perro por haber escuchado a un perro ladrar. Lo que me gustaría ver es cómo se imaginan los sonidos como ondas que suben, bajan y tienen picos, como mi salud mental. Ahora que lo pienso creo que puede ser chévere hablar con quien les esté dando física en ese momento y hacer una clase conjunta sobre las ondas de sonido y los decibeles y todo eso, pero luego de que hayan dibujado las ondas para no predisponerlos. Gran idea. A veces tengo buenas ideas y a veces no tanto, creo que en especial cuando estoy sola… esperen, me están llamando.