Especie de aguada arquitectónica que une con un azufre endulzado con agua. Melodía gélida pero una extensa honda de tela. Es como un círculo construido de ramificaciones congeladas. Y de todo polvo fino y como en foco colmada. Que trabajado sin cesar por las manos que se podría pensar que es un vientre aplanado. Un vientre de sangre como vino. tela de sangre está ahuecada y estratificada. Sobre el vientre sobresalen los senos. La profundidad pero en otro plano del vientre. Y copos. Y una mirada que se eleva como lenguas más hacia arriba y en espíritu un sol enardecido de manera que el seno arde. Pero una mirada que se parte por el medio es debajo del vientre una granada reventada. Melodía bien compuesta y secreta y como el espíritu que se ve combinada con azufre y azafrán pero de fuego un fuego helado. Un abismo en movimiento que se ahueca y está modelado y con columnas y con una suerte con la realidad. El vientre se cierra sobre sí mismo. Estaría mirando el sol. Crispadas del espíritu. La granada expande un flujo. El flujo se agarra del vientre y no da más vueltas. Son venas de aire y todo es como una lo hace girar. Pero el pájaro al pie de la granada. El sol parece que tuviera pintura. Está muy prensada a la una.