Recuerdo que tengo unos pocos momentos de virtud leyendo, como si fuese un sosiego meremente de contemple. Recuerdo que contemplo muchos libros como tesoros de viejos momentos perdidos, por existir creen que pueden prender posiciones de depresión. Recuerdo que tiempo fue y tiempo no fue, que desdén tener todos esos libros uno sobre otro recogiendo polvo y deterioro del tiempo. Recuerdo que me senté en pro de leer, pero mi mente discurre mucho. Recuerdo el gozo de leer, pero recuerdo los deberes que me dicen ¡stop! esto no es lo tuyo esto es solo un cruel momento de gozo, pero lo verídico no es esto sino otro instinto. Yo
gozo estos libros seductores que me promueven experimentos de mi mente, yo gozo el mero guion escrito en el que leo, comprendo y siento gozo, yo gozo porque gozo y eso es lo único y universel. Yo gozo de leer porque mi progenitor me lo inculco desde chiquito, desde que soy un ser consiente disfruto, o mejor dicho gozo de leer, gozo de lo bonito que es sentir el folio entre mis dedos, gozo de los pigmentos negros con los que le otorgo sentido verídico signo y símbolo unidos en un entremezcle de sentimientos