Ella silla, ella yo, ella él.

Cuatro tubos negros y brillantes que sostienen una tabla horizontal de madera forrada con una tela suave y negra.

Dos tubos que, pegados a la tabla horizontal, sostienen hacia el cielo otra tabla, pero vertical, de madera también forrada de tela suave y negra.

Ella sostiene desde hace aproximadamente 4500 años el peso de la sociedad, de la humanidad.

Ella a estado presente en los momentos públicos y privados más importantes de la raza humana.

Ella está en la cotidianeidad, en lo ordinario, común, habitual, pero también en lo inusual e insólito.

Ella es imprescindible, y a veces innecesaria.

Seguramente, tú que lees esto, estás restregando tu cola encima de ella ahora mismo.

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