Franny y yo

Finalmente, tras un largo, y para nada agradable, proceso de vivir con mi propia falta de sentido, decidí escribir este ‘loquesea’ de letras,palabras, oraciones, párrafos. LO-QUE-SEA. La falta de sentido no cesa,este texto, realmente, solo es una muestra más de esto. Nada de lo que les contare a continuación hace parte de lo que se pueda considerar “real”pero, al mismo tiempo, es mi historia.Mi vida. Si algunos la consideran verídica, verosímil o no, no es cosa mía. Mi trabajo acá, como siempre lo ha sido y seguirá siendo, no va más allá de contarla.Yo no soy una autora celebre, ni tampoco el alter ego de una. Yo, hasta donde sé, no soy nadie. Mi nombre no es más importante que el de ese domiciliario que trajo mis gotas para dormir esta mañana a la puerta de mi casa. David, creo que se llamaba(diría incluso que mi nombre es menos importante). Yo lo sabría muy bien¿no? No es como que no tenga poder de decisión narrativa. Soy la autora,no, la narradora más bien, de todo lo que va y viene en la cabeza de esta Salinger wannabe (irónico, teniendo en cuenta lo pretencioso que esto suena).

Más, sin embargo, no sería posible para mí terminar esta, espero que corta, introducción a NADA,sin antes reconocer la influencia de Franny Glass en el desarrollo de mi propio colapso psicológico por venir. ¡Gracias Salinger por Franny! Que por más ficticia que ella sea, no es menos real que yo. Existimos como letras, descripciones,emociones limitadas a la lectura de quien sea quesea. O ¿qué sentido tiene mi “colapso psicológico“para el niño de veinte años,obsesionado con Nietzsche o Jordan Peterson? Al final, Franny y yo,somos gracias a la falta de sentido. A la impotencia de hacer algo sabiendo que no estamos haciendo nada. Hace unos días, Franny me contó de su carrera como actriz.Mal. Todo mal, aunque las críticas no lo reflejaran,ella detestaba lo que hacía.“Todo es una mentira…”dijo en algún punto, “…una farsa para que luego, en la sala de espera del teatro,grupos de cincuentañeros puedan competir por quien de ellos es más desesperante. “ Yo no supe que decir. Solo pensaba, encerrándome en mi monologo interno. ¿Qué sentido tiene hacer algo que no tiene sentido? Ella había perdido el sentido de actuar, de estudiar,de todo. Y por qué tendría sentido todo esto, cuando ella detestaba todo lo que esto conllevaba.

Cada día le pierdo más y más el sentido a escribir. La verdad no sé qué hacer al respecto. Solo no puedo parar de recordar aquella conversación con Franny. Poco después ella colapsó. Yo no pude hacer nada al respecto. No podía ayudarla. Simplemente, desde la distancia, pude ver su impotencia y frustración reflejadas en mí. Yo no he colapsado. Solo espero no tener que encontrarme así, derrotada, indefensa e inútil entre las páginas de una historia corta.

 

 

 

¿Seré yo Franny?