Bien compuesta y en secreto me veo a mĂ misma, como una suerte de espĂritu que estĂĄ mirando al sol. El aire es como un cĂrculo de ramificaciones congeladas, como hilos de hielo y todo parece estar construido en una extensa honda de medio dĂa con paleta de agua chorreada de la barbilla hasta el vientre. La tela de mi camiseta podrĂa leerse como la partitura de una melodĂa. Es como si mi pecho se ahuecara y quien me mirase, hecha de pintura aguada, se prensara a esta tela de abismo en movimiento, quĂ© se.
Y melodĂa con tela.
Y melodĂa con tela.
Este vientre se cierra a todo y una mirando cĂłmo todo se va uniendo al sol de manos de aire y suerte.