A través de cientos de obras de arte en Colombia, se ha hecho evidente que la conexión entre el arte y el conflicto armado es de particular interés para los artistas no solo colombianos sino extranjeros. Muchos de ellos han apostado por retratar el conflicto desde sus propias interpretaciones de él. Se han hecho obras interactivas y deslumbrantes exposiciones que ilustran de qué se trata la guerra en este país. Sin embargo, muchas críticas apuntan a la incapacidad de estos autores de retratar fielmente desde sus lugares de enunciación: la mayoría son personas privilegiadas que no han vivido de cerca la guerra y que se quieren apropiar de un dolor que no es el suyo. Por supuesto, esto podría solucionarse si el artista reconociera la responsabilidad que tiene al inspirarse en un evento tan delicado como la violencia en Colombia. No obstante, en las siguientes líneas deseo argumentar por qué considero que, aún si la obra en sí misma es un elemento de interpelación y análisis valioso, el artista que la hizo termina cobrando mayor importancia en la significación de ella. Aún más, mi objetivo con este texto es exponer que el hecho de que el artista sea una víctima directa del conflicto hace que la obra cobre una resignificación en la memoria. Por último, deseo afirmar que tener un diálogo con el artista lleva a una tercera resignificación: a entender verdaderamente la obra en su totalidad. Lo anterior lo argumentaré desde una obra de arte titulada “Las Cristinas” (Mahecha, 2019).
“Las Cristinas” del Conflicto armado son unas muñecas de trapo que diseña y confecciona Paulina Mahecha, madre de María Cristina Mahecha -quien fue asesinada por paramilitares de las AUC en una zona rural de San José del Guaviare el 19 de abril de 2004 (CM&, 2019)-. Paulina no es una artista de profesión pero tiene unas habilidades innatas que la ayudan a plasmar con el mayor detalle posible a cada una de las niñas y mujeres desaparecidas en el Guaviare en medio del conflicto armado, incluyendo a su hija que está vestida de enfermera (profesión que ejercía). Las muñecas están tejidas con los materiales que encontró Paulina en su casa y son de una multiplicidad de colores puesto que reflejan a niñas y mujeres con características físicas diversas: tienen diferentes tonos de piel, de cabello y distintos vestuarios (Rincón, 2019). Adicionalmente, Paulina brinda un nombre de flor a cada una de las muñecas que confecciona, esto simbolizando que “su obra es un homenaje a un jardín de flores que se marchitó por el conflicto” (Nova, 2019). El proyecto fue presentado en el marco de “Día Paíz 2019” en la Universidad de los Andes.
El proyecto de las Cristinas, pensado y llevado a cabo por una madre humilde de una zona rural del país sin ninguna pretensión de artista, llegó a significar mucho no solo para ella sino para todas las madres de las niñas y mujeres desaparecidas durante la guerra en Colombia. Es importante tener en cuenta que, según las cifras del Centro Nacional de Memoria Histórica, cerca del 12 % de las personas desaparecidas en el país son mujeres -el CNMH ha documentado 9.272 casos de mujeres desaparecidas (BibloRed, 2019)-. Por esto, Paulina plasmó en estas muñecas de trapo la impotencia de no encontrar a sus seres queridos, lo cual hace que la obra adquiera una connotación diferente: no se trata de cualquier artista diseñando muñecas, sino de una madre que retrató a su hija en una muñeca -pues ese sería el único “cuerpo” que tendría para rendir luto-. Además, el proyecto “transformó el sufrimiento y la incertidumbre en una acción de memoria colectiva que contribuye a la reparación simbólica de los familiares y un homenaje a las víctimas” (ICTJ, 2019). Si tenemos en cuenta que la memoria no es estática y debe estar en constante construcción, considero que la memoria adquiere una resignificación a partir de esta obra y de que Paulina Mahecha es una mujer víctima del conflicto. En este sentido, es más dignificante construir una memoria colectiva de sanación a partir de las memorias de alguien que sufrió directamente las consecuencias del conflicto, en vez de construir una memoria colectiva a través de alguien que solo lo vivió desde lejos y que no fue interpelado por él.
Reconocer lo mencionado anteriormente cobra gran importancia si pensamos en la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene con las víctimas de este país: sin importar que no seamos los victimarios de Paulina, su hija o los otros miles de mujeres víctimas de desaparición forzada en Colombia, sí les debemos, como colombianos, dar una voz. Teniendo en cuenta que su voz ha sido cruelmente silenciada no solo por los paramilitares sino por otros artistas que, desde sus privilegios, se han apropiado de un dolor ajeno (lo cual no quiere decir que estos artistas no puedan seguir realizando sus obras; sino que siempre deberían tener mayor voz y atención quienes saben por experiencia propia de qué tratan estos eventos de dolor en el país), es importante escuchar las denuncias que hacen a través de su arte. Por ejemplo, el espacio de “Las Cristinas” se convirtió en un llamado a la justicia a que aborde los casos de mujeres que fueron violentadas durante los años de guerra en Colombia: “la administración de Justicia no ha aprendido la lección de incorporar la perspectiva de género en sus pesquisas para investigar a las mujeres desaparecidas” (Rincón, 2019). Por eso se ha insistido en que la Justicia aborde desde el género los casos de estas mujeres, pues las autoridades responden sobre las desaparecidas diciendo que ‘en muchos casos se van con sus novios o maridos’ y terminan desestimando sus denuncias.
Finalmente, quiero apelar a un argumento personal: afortunadamente, tuve la oportunidad de compartir un espacio con Paulina Mahecha. Antes de hablar por varias horas con ella, había visto Las Cristinas. Si bien me habían parecido muy hermosas y curiosas, no me habían interpelado lo suficiente, pues pensé que solo eran muñecas de trapo estáticas, y otras obras de Día Paíz habían llamado más mi atención debido a su complejidad. Sin embargo, cuando tuve la oportunidad de entablar un diálogo con Paulina, cuando ella me contó la historia de cada una de las niñas y mujeres que había en la mesa del edificio Lleras, cuando me trató como si fuera su hija, mi percepción de la obra de arte cambió por completo y adquirió una importancia personal excepcional. Las muñecas ya no eran muñecas sino niñas y mujeres con sus propias historias que valía la pena contar para nunca olvidar.
Precisamente el “no olvido” es una de las reflexiones a las que deseaba llegar con este escrito. No podemos invisibilizar a las victimas del conflicto -y a sus propias obras de arte- prefiriendo obras que, aunque son más complejas y atractivas, no son materializadas por un artista que obtenga a través de ellas sanación para su dolor. Para llegar a esta conclusión, expliqué de qué trataban las Cristinas de Paulina, enfatizando en el papel tan importante que cumple Paulina en la obra, expuse algunos de los significados de la obra -especialmente cómo puede ser una forma de resignificar la memoria de Paulina y de todos aquellos que han sufrido la desaparición de un familiar cercano-, y comenté acerca de la importancia de darle voz a una obra y a una artista así en tanto es una forma de denuncia y de consuelo para ella. Como dice Paulina Mahecha: “el arte me ha ayudado a no seguir llorando” (Mahecha, 2019). Esta frase es particularmente hermosa porque, al final, el arte y el conflicto siempre se relacionarán en la medida en que el primero es un alivio para el segundo.
Laura Trujillo Coronado
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Referencias
Acosta, M. (Autora Compiladora). (2016). Resistencias al olvido, memoria y arte en Colombia. Bogotá: Universidad de los Andes.
BibloRed, (2019). Las Cristinas del conflicto. Bogotá: Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá. Recuperado de: https://www.biblored.gov.co/noticias/las-cristinas-del-conflicto
CM&. [CM& la noticia]. (2019, Junio 4). “Las Cristinas” del conflicto armado [Archivo de vídeo]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=26eHfMlKkC8
ICTJ. (2019). Las Cristinas del conflicto preservan la memoria de las mujeres desaparecidas en Colombia. Bogotá: Centro Internacional para la justicia transicional. Recuperado de: https://www.ictj.org/es/news/las-cristinas-del-conflicto-preservan-la-memoria-de-las-mujeres-desaparecidas-en-colombia
Mahecha, P. (2019). Las Cristinas del conflicto. Bogotá: Universidad de los Andes.
Nova, L. (2019). Las Cristinas del conflicto, un símbolo de la memoria. Bogotá: Cultura Bogotá. Recuperado de: https://culturabogota.com/las-cristinas-del-conflicto/
Rincón, A. (2019). “Las Cristinas del conflicto”: un homenaje a las mujeres desaparecidas en Colombia. Bogotá: France24. Recuperado de: https://www.france24.com/es/20190531-cristinas-conflicto-mujeres-desaparecidas-colombia
Tornamesa. (2019). Las Cristinas del conflicto. Exposición. Bogotá: Tornamesa. Recuperado de: https://www.tornamesa.co/noticias/las-cristinas-del-conflicto-exposicion-_85