Mientras mi memoria se empañaba con estos recuerdos, una claridad rojiza se encendió de súbito. Ahí yo y los trabajadores de muchos lugares, buenos, malos, díscolos, perezosos; fuimos al patio, al lugar donde estuvo puesta esa máquina de tormento, y no advirtió los -trillados que dejaron los prisioneros al debatirse, pidiendo agua, pidiendo sombra. No guardo otra memoria de su discurso: aunque lo oía, no lo escuchaba. Por esto es bueno ofecer un lugar para el recogimiento, el duelo, el ritual y la conmemoración como lugar de encuentro para la memoria. A «la historia reserva un lugar adecuado para quienes la trazan y otro para quienes la tuercen». Se los sabía de memoria. Este legado social le imprime al MNM su carácter de lugar de encuentro para la memoria, pues implica que fortalece y convoca a las iniciativas de memoria de todos los grupos sociales y respeta su autonomía y acervo cultural.
Los lugares de memoria son sitios que nos permiten conocer y recordar nuestra historia, su importancia se puede ejemplificar mediante el conocido refrán ¨quien no conoce su historia esta condenado a repetirla¨ es por esto que estos lugares nos permiten analizar y reflexionar de forma activa acerca de los hechos ocurridos en el pasado generando así una un compromiso de no repetición. Los lugares de memoria se convierten en museos capaces de expresar de una forma didáctica toda nuestra historia para que así toda la población sin importar su edad o conocimiento previo pueda comprenderla e interactuar con ella, respetando la autonomía y cultura de cada grupo social.
Adrián Nieves Rico